"Descubre las realidades cotidianas

en su dimensión mas luminosa

y logra encontrar al fin

el verdadero misterio de la sencillez"

14 ago 2013

Parte de Alicia

" <¡Vamos! ¡De nada sirve llorar de esta manera!- se dijo Alicia a sí misma con bastante firmeza-. ¡Será mejor que pares ahora mismo!>. Es que Alicia solía darse muy buenos consejos (aunque rara vez los seguía), y a veces se regañaba tan severamente que se le saltaban las lágrimas; se acordaba incluso de unas buenas bofetadas que se dio ella misma por haber hecho trampas jugando al croquet consigo misma, pues a esta niña tan original le gustaba mucho comportarse como si fuera dos personas a la vez.
 Poco después, sus ojos se posaron sobre una cajita de cristal que yacía bajo la mesa; la abrió y vio dentro un diminuto pastel sobre el que se leía  , hermosamente escrita con letras de grosella. Bueno, me lo comeré - dijo Alicia-. Si me hace crecer, alcanzaré la llave, y si me hace más pequeña, siempre podré deslizarme por debajo de la puerta; de una u otra manera entraré en el jardín, y si es así, a mí qué más me da una cosa que otra!-.
 Mordisqueó el pastel y se preguntó ansiosamente: ¿Hacia donde? ¿Hacia donde?, poniéndose la mano sobre la cabeza para ver en qué dirección iba a empezar a cambiar. Se quedó bien sorprendida cuando comprobó que no variaba ni en un sentido ni en el otro. Claro que esto es lo que generalmente sucede cuando se comen pasteles; pero es que Alicia estaba ya tan acostumbrada a que todo cuanto sucediera fuera algo extraordinario, que le parecía aburrido y estúpido que la vida discurriese normalmente, como si nada. "

No hay comentarios:

Publicar un comentario